lunes, 1 de agosto de 2011

Los otros mandamientos (Tercera Parte)

Para desarmar a su víctima, utilice la franqueza y la generosidad en forma selectiva

Al Capone, el más grande líder de la mafia de entonces era un hombre millonario y desconfiado que presumía de jamás haber sido engañado. En una ocasión un hombre desconocido se le acerco y le pidió 50,000 dólares y le aseguro que se los duplicaría en una semana. Al capone evidentemente no le creyó, pero se los dio, seguro de que tendría que irlo a buscar después para matarlo. Al paso de la semana, llego el hombre pidiendo disculpas al capo, pues no había logrado duplicar la cantidad; devolviéndole los 50,000 dólares. Al capone en lugar de matarlo se sorprendió pues esperaba que el estafador le devolviera o todo o nada, mas no la cantidad prestada, y en reconocimiento a la honestidad del caballero, le perdono la vida y le regalo 5,000 dólares, la cantidad que el estafador estaba buscando desde el principio.

Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o a la gratitud de la gente, sino a su egoísmo

Tras muchos años de construcción, el Taj Mahal había sido terminado. Solo faltaba quitar las maderas que sostenían gran parte de la construcción. Cuestión que no implicaba mayor ciencia pero si un enorme esfuerzo.
El arquitecto solicito de varias formas y a varias personas que le ayudaran, sin embargo, la respuesta siempre era negativa.
Un ayudante del arquitecto confiado, dijo que el lograría quitar todos los andamios en un solo día y lo logró.
Salió a la calle y grito que se estaba regalando toda la madera del palacio, solo había que ir por ella.

Muéstrese como un amigo pero actué como un espía
Talleyrand paso a la historia como uno de los hombres de mayor agudeza intelectual. Portador de una gracia inaudita para su época y una amplitud enorme de temas de conversación, Monsieur Talleyrand nunca pasaba desapercibido.
Invitado de todas las tertulias, solía hacer comentarios comprometedores, disimulando una gran confianza en el mismo y en los demás miembros de la reunión. Sin embargo, lo que realmente hacia era medir las expresiones de ellos antes sus comentarios para entender de que lado estaban en ciertos temas. “Talleyrand disparaba una pistola al aire, para ver quien saltaba por la ventana”.

Aplaste por completo a su enemigo
Nicolás Maquiavelo escribió: “ Debe notarse, pues, que a los hombres hay que halagarlos, o de lo contrario aniquilarlos; se vengaran por pequeñas injurias pero no podrán hacerlo por las grandes; la herida debe de ser tan grande, que se preocupe en sanarla antes de vengarse.