sábado, 11 de junio de 2011

El Príncipe de Nicolas Maquiavelo

Muchas son las citas referentes al Príncipe de Maquiavelo, incluso su nombre se usa para nombrar la frialdad y exceso de calculo en un hombre, o incluso ha adquirido un peyorativo de maldad, sin embargo en la mayoría de los casos esta denotación es errónea.

Dentro de los campos de la ciencia política, ajenos a lo que Locke llamó “lenguaje civil” esta obra es considerada la primera de la disciplina pues se encarga de ver a la política como ciencia, no solo como teoría o filosófica, es decir sugiere un proceso metodológico capaz de darle la validez científica.
Toda la obra de Nicolás Maquiavelo es un manual de cómo es que debe ser el “príncipe” entiendo a este como aquel que gobierna o detenta el poder publico; por lo cual a continuación citare las principales premisas del libro.

La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne

Nathaniel Hawthorne

Sed sinceros, sed sinceros. Mostrad al mundo, si no lo peor que hay
de vosotros, por lo menos algún rasgo por el cual pueda colegirse
(Hawthorne)


En medio de una sociedad estrictamente religiosa donde la fe sobrepasa la razón y la vergüenza resulta ser mayor castigo que la misma pena capital;es donde Nathaniel Hawthorne sitúa La Letra Escarlata, novela de carácter histórico cuyo contexto es la Nueva Inglaterra (1630), hogar de una sociedad puritana proveniente de los ingleses emigrados a América en el Mayflower.

jueves, 9 de junio de 2011

El Poder en Hamlet

Ubicar el poder en la obra quizás más famosa del célebre escritor ingles cuyo prodigio es incomparable en las aras de la literatura universal, resulta ser un trabajo no sencillo más evidente; pues el poder es el motor determinante, de toda la obra, empieza con una lucha por poder y concluye con el restablecimiento del supuesto orden natural mediante otra lucha de poder.
Si bien es cierto que el poder como tal se encuentra presente alrededor de toda la obra de Shakespeare desde Romeo y Julieta, Macbeth o Enrique VI es sin lugar a dudas en Hamlet donde este se vuelve el personaje principal.

El Estado Totalitario: Una descripción a fondo

Todos somos iguales,
pero habemos unos más
Iguales que otros
.
George Orwell



Muchas han sido las formas de Estado recurrentes en el mundo a través de la historia, sin embargo uno de las más criticadas ha sido el Estado conocido como totalitario, el cuál puede abarcar varios nombres, ya sea autoritarismo, dictadura o incluso confundido con el fascismo. Sin embargo es poca la información concisa que se tiene sobre el tema, se conocen al por mayor las atrocidades que ha cometido, las vejaciones a las libertades y derechos básicos del hombre promulgados por los ideólogos norteamericanos en su declaración de independencia, universalizado por los franceses en su revolución y reafirmado por Mill en su clásico Sobre la libertad, mas poca es la información referente a la ideología si es que estos sistemas o regimenes la tienen, acerca de las similitudes entre diversos estados totalitarios en tiempos y espacios diferentes y sobre todo que es lo que lleva a los lideres a engendrar en su propia persona algo mas allá de la mortalidad, auto venerarse y reprimir a aquellos que no los veneren, y finalmente sobre las cuestiones de desarrollo político económico y social de estos estados.

La intermitencia de la soledad

Viernes por la noche. Raro que no tengas nada que hacer. Las vacaciones han roto la cotidiana salida nocturna, la televisión ya no puede ser peor, las películas las has visto todas, la música ya no te dice lo que quieres escuchar y los libros aquel refugio eterno de tu so-ledad se encuentran demasiado solos como para ser compañía.
Los cigarros se comienzan a acabar –irónica paradoja- , el silencio te canta al oído hacien-do dueto con el rechinar de tus piernas en constante movimiento sobre el poco cómodo sillón donde estas sentado. El calor es abrumador y ya no tienes más prendas que quitar-te, asomas tu cabeza por la ventana y dos prometedoras gotas de lluvia golpean tu cabeza forzando tu retirada.

Los desvelos de la inmortalidad

En una noche como cualquier otra, donde el insomnio resulta ser el mejor amigo del iluso durmiente, un hombre cuyas facciones resultan indescifrables debido al voraz paso de los años; repentinamente murió, la causa de tal suceso es una incógnita más en un mundo de dudas.

Crítica Epistolar

Dicen los sabios que las palabras suelen ser el arma más dañina y gracias a ti no lo dudo, me has demostrado que ante la fuerza de una palabra irónicamente siempre ganara la debilidad de un oído, que ante la levedad de un concepto siempre estará la pesadez de su interpretación, que hay que mentir para poder decir la verdad, y que hay que mentir para poder ocultarla también.
Me has enseñado que la ironía es eterna y que el verdadero error es reconocer el mismo, me has enseñado que es inequívoco aquel que así se cree, que es poderoso aquel que débil se asume, y que es aun mas poderoso quien explota su falsa debilidad, su falsa perfección y su real mentira para su beneficio.

Me has enseñado que el error es del otro y nunca de uno y que el margen de análisis del mismo depende estrictamente del quien lo cometa; que la auto tortura no es más que una ilusión, que no te duele, pero como lastima al espectador, que ni el verdugo ni la victima sufren tanto como el que por casualidad ve la ejecución.

Me has enseñado que el llanto es risa interna y que la risa solo es risa, que el enojo solo existe si se percatan de el, y que la duda significa errar. 

Que la agresión radica en el oído y no en la voz, y la comunicación en el cuerpo y no en las palabras, me enseñante a hablar solo para atacar y a escuchar solo para ser atacado.
Que ante una verdad incomoda no hay mejor que una cómoda mentira, que la incongruencia radica en buscar la congruencia, que la exageración significa la ampliación de horizontes y que el pasado solo es lo que se recuerda.

Que la paz es la guerra, y que la guerra solo es pelear, que la paz es deseada tanto como alejada, que es la meta final de un hogar pero es necesaria su ausencia.
Me enseñaste que el dolor es necesario y la alegría desechable, que saberse poderoso es la mejor sensación, que todos somos iguales pero hay más iguales que los otros, que el respeto es unilateral así como la falta de, que saberse necesario vale mas que saberse necesitado, que de hecho necesitar o no ser necesitado significa una peor derrota que el orgullo de saberse apoyado o de haber logrado la independencia.

Me enseñaste que solo hay una cosa peor que divergir en pensamiento, hacerlo en palabra, me enseñaste que el silencio es prudencia y que prudencia es desinterés; que contestar una pregunta es falta de respeto y que preguntarla o aconsejar es osadía, que es falso que se aprende algo de todos, y que en pocas palabras falso soy.

Reconozco mis defectos como aprendiz, mi rebeldía a la instrucción y mi penosa enfermedad de pensar, analizar, criticar y debatir; pero si algo te he aprendido es que si cuando hablo te daño, si me muevo te enojo y si cambio mi tono te sulfuro, no quiero saber que pasara cuando me leas, que veras en mis verdades o en mis mentiras, ¿serás capaz de reconocer la diferencia entre ellas? ¿Veras algo mas que agresión y falta de respeto? Lo dudo. Si interpretas mis palabras a tu antojo que harás con mis letras, como leerás entre mis líneas?

Mi ventaja radica en dos premisas: no veras mis caras al escribir esto, no escucharas mi tono de voz al leerlo, no podrás analizar mis movimientos y simplemente tendrás que limitarte a entender mis palabras; así como existirá un record histórico de lo que dije tal como lo dije, evitando así las trampas de la sin memoria voluntaria o cómodamente accidental.

Dicen los no tan sabios que las palabras solo son palabras, que el significado es lo que importa y que este solo es lo que se quiere decir, que la interpretación es limitada y que el hablar más que un arma es arte, pero en fin ellos que han de saber, seguramente no te conocieron, no te entendieron, no te vivieron.